FUENTE: QUE HUBO MEDELLIN
Eran las 4:00 de la tarde del domingo, 28 de mayo de 2017, cuando Diana María Ríos Rodríguez pudo acariciar por última vez a su hija, Vanesa Marulanda Ríos. Lo hizo con los ojos encharcados, mientras le daba un beso en una de las mejillas. Desde entonces solo la volvió a ver en fotos.
El cuerpo de su niña, como la llamaba, fue ingresado a la bóveda 32 1010 de la galería San Marcos, en el cementerio San Pedro, de Medellín en Colombia.
El cadáver estuvo allí casi 5 años, hasta el pasado miércoles, 16 de marzo, día en el que la exhumaron y su mamá pudo acariciarla nuevamente.
“¡Ay, mi niña! ¿Por qué me la mató? ¿Por qué me hizo un daño tan grande?”, fue uno de los gritos desgarradores de Diana cuando 2 sepultureros sacaron el ataúd y lo destaparon porque la madre así lo pidió; quería volver a ver a su hija.
La imagen erizó la piel y, por supuesto, hubo lágrimas entre quienes la estaban acompañando en ese reencuentro con Vanesa.
Diana se inclinó y posó la palma de su mano derecha en el cráneo de su niña. Luego la acarició sobre la camiseta del DIM con la que fue sepultada. “¡Señor, no entiendo! ¡Señor, te llevaste mis 2 angelitos!”, volvió a sollozar.
La joven murió a los 18 años de edad el 26 de mayo de 2017, tras recibir un disparo en el cuello. Estaba embarazada.
Paradójicamente cuando a ella la estaban sepultando, su bebé luchaba por vivir; el pequeño nació cuando a Vanesa la llevaron malherida a un hospital. Llegó al mundo de manera prematura, apenas con 6 meses de gestación.
Tras el ataque a su mamá, los médicos lograron mantenerlo vivo durante 7 días, estando intubado y conectado a un montón de aparatos. Pero la primera batalla terrenal del pequeño Moisés terminó perdiéndola el 1.° de junio de ese año.
Diana junto a su otro hijo, Jhon Alexánder Mora Ríos, de 17 años; su compañero sentimental, Carlos Andrés Estrada Arias; el papá de Vanesa, Luis Fernán Marulanda Torres, y otras personas cercanas a esta humilde familia llevan 1760 días añorando “que se haga justicia”.
Su muerte está configurada en los expedientes de la Fiscalía como “presunto homicidio”, pero, a pesar de que han pasado casi 5 años, es prácticamente nulo el avance en la investigación.
Diana y sus familiares están convencidos que detrás de la muerte de Vanesa está el hombre con el que convivía, Luis Fernando Guerra Arcila, pero contra él no hay un requerimiento judicial.
Aseguraron que la maltrataba y amenazaba constantemente.
Pasadas las 2:00 de la tarde del viernes, 26 de mayo de 2017, el compañero sentimental de Vanesa salió corriendo de un inquilinato donde vivían. La llevaba en brazos, semidesnuda y cubierta de sangre por una herida de bala en el cuello.
La montó a un taxi que los trasladó al Hospital General, donde se registró el deceso de la joven y los médicos pudieron mantener con vida por una semana al bebé que ella esperaba.
Según una entrevista que le hizo Q’HUBO al taxista ese día, “la mujer estaba con el torso desnudo y toda ensangrentada. Así la montaron al taxi y me dijeron que la llevara a un hospital. Decidí llevarla al General, que era el más cercano. En el camino, el compañero sentimental le decía que lo perdonara por todo”.
Hoy revivimos, en imágenes, lo que pasó en aquella ocasión y parte de lo que ha sido la vida de la familia de Vanesa en medio de un drama que no terminó con su exhumación. Ellos claman por justicia.
OBSERVA EL VIDEO CUANDO LA SACAN DE LA TUMBA
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